Las oficinas abiertas hacen que los trabajadores colaboren menos, según un estudio de Harvard

Las oficinas de planta abierta permiten a los empleados ver y escuchar a sus colegas durante todo el día, por lo que se podría pensar que toda esta transparencia les animaría a trabajar de forma más colaborativa.

Pero según una nueva investigación de Harvard, este tipo de entorno de oficina en realidad tiene el efecto contrario: reduce la cantidad de tiempo que la gente pasa hablando cara a cara y en su lugar los lleva a interactuar por texto o correo electrónico.

Shh… baja la voz.

Estudios anteriores demostraron que los diseños abiertos reducen la productividad, en parte porque la gente tiende a sentirse incómoda manteniendo conversaciones de negocios serias al alcance de un gran número de colegas.

Sin embargo, la razón de ser del diseño de planta abierta era que, además de reducir el gasto en espacio de oficinas, cualquier disminución de la producción se vería compensada por el aumento de los niveles de trabajo en equipo.

Sin embargo, en su estudio, Ethan S. Bernstein, de la Escuela de Negocios de Harvard y Stephen Turban, de la Universidad de Harvard, encontraron que cuando dos compañías de la lista Fortune 500 cambiaron el diseño de sus oficinas de cubículos a escritorios abiertos, las interacciones cara a cara entre los empleados se redujeron en un 70%.

Los empleados se volvieron más reacios a dar retroalimentación negativa o a abordar temas delicados frente a sus colegas, lo que los llevó a buscar formas más privadas de interactuar. En lugar de hablar entre ellos en persona, los participantes del estudio se dirigieron a sus teléfonos y computadoras.

Para crear una imagen de las interacciones tanto antes como después de que los límites fueron removidos, los participantes del estudio usaron un dispositivo, conocido como una insignia sociométrica, que grabó sus conversaciones con sus colegas e información sobre su postura, ubicación y movimientos.
Los participantes del estudio usaron un dispositivo para rastrear sus conversaciones y movimientos.
Imagen: Transacciones filosóficas de la Royal Society B

Los investigadores también rastrearon el número de mensajes instantáneos y correos electrónicos.

Después del rediseño de sus oficinas, los participantes se enviaron un 56% más de correos electrónicos entre sí, recibieron un 20% más de correos electrónicos y recibieron un 41% más.

Su uso de mensajes instantáneos aumentó en un 67%.

En resumen, Bernstein y Turban escribieron: “Aunque es posible unir sustancias químicas bajo condiciones específicas de temperatura y presión para formar el compuesto deseado, parece que hay más factores que actúan para lograr un efecto similar con los humanos.

“Hasta que no entendamos esos factores, nos sorprenderá encontrar una reducción en la colaboración cara a cara en el trabajo, incluso mientras construimos espacios abiertos y transparentes con la intención de aumentarla”.

Lugares de trabajo futuros

La forma en que trabajamos está cambiando rápidamente, y la mejora de las comunicaciones y una mayor conectividad hacen que algunas empresas opten por evitar por completo el diseño de planta abierta.

El número de personas que trabajan desde casa y en espacios públicos como cafés y bibliotecas va en aumento.