El desempleo y el subempleo representan el mayor riesgo para hacer negocios en todo el mundo. Esa es la opinión de más de 12.000 empresarios de 140 economías, según los resultados que publicamos hoy en la primera edición de un nuevo informe sobre los riesgos regionales para hacer negocios.
El segundo mayor riesgo es el “fracaso de la gobernanza nacional”. Estos hallazgos deberían hacer sonar las alarmas. En un momento en que el mundo a menudo se encuentra distraído por los últimos giros y giros de los acelerados ciclos de noticias, proporcionan evidencia cautelosa de las debilidades en los cimientos de nuestros sistemas políticos y económicos.
El impacto regional de los riesgos globales
El Foro Económico Mundial ha estado analizando los riesgos a nivel mundial desde 2006 en su informe anual sobre los riesgos mundiales, destacando la vulnerabilidad de nuestro mundo cada vez más interconectado y conectado a la volatilidad y a las perturbaciones.
Pero incluso los riesgos más globales cristalizan localmente y se experimentan de forma diferente. Si los riesgos globales exigen nuestra atención, es en última instancia porque perjudican la vida y los medios de subsistencia de determinadas personas en determinados lugares. Estas particularidades abarcan varias dimensiones, desde la riqueza y la nacionalidad hasta el género y la profesión. En nuestro nuevo informe tratamos de arrojar algo de luz sobre una de estas dimensiones: la regional.
Nuestro punto de partida son los datos de nuestra Encuesta de Opinión Ejecutiva, que cada año mide el sentimiento sobre el entorno empresarial en las economías individuales. Como parte de la encuesta, a los encuestados se les presenta una lista de 30 riesgos y se les pide que seleccionen hasta cinco que consideren como una preocupación en términos de hacer negocios.
Este marco es importante: estamos capturando percepciones sobre los impactos operativos en lugar de la perspectiva de riesgo más holística en la que podemos centrarnos en el Informe sobre Riesgos Mundiales. Esto probablemente explica algunas de las grandes diferencias entre los dos informes, como el hecho de que los riesgos ambientales predominan en el Informe de Riesgos Globales, pero sólo en un pequeño número de países adquieren prominencia en Riesgos Regionales para Hacer Negocios.
Los ciberataques son una preocupación creciente
Como se indica en el cuadro que figura a continuación, existen marcadas diferencias en el perfil de los riesgos señalados por las empresas de las distintas regiones. A nivel mundial, los ataques cibernéticos han subido de la octava posición, según los datos del año pasado, a la quinta posición este año. Pero era el riesgo número uno en tres de nuestras ocho regiones.
Como era de esperar, los ciberataques tendían a ser señalados como una preocupación en las economías más avanzadas del mundo. De los 19 países que lo clasificaron como número uno, 14 eran de Europa y América del Norte (los otros eran la India, Indonesia, Japón, Singapur y los Emiratos Árabes Unidos).
El desempleo y el subempleo ocuparon el primer lugar en una sola región, África subsahariana, donde los encuestados de 22 de las 34 economías encuestadas lo citaron como el principal riesgo para hacer negocios. Sin embargo, era un riesgo de los cinco primeros en todas las regiones excepto en Norteamérica, y esta consistencia lo llevó a la cima de los resultados globales globales.
La importancia subyacente del riesgo de desempleo debe interpretarse con cautela, ya que puede reflejar retos muy diferentes en los distintos países, como el débil crecimiento, la escasez de talentos o las perturbaciones del mercado laboral causadas por la automatización.
En el África subsahariana, los países se enfrentan al profundo desafío de crear suficientes puestos de trabajo para satisfacer las necesidades de la población en edad de trabajar, que se espera que se duplique con creces hasta alcanzar los 1.600 millones para 2050. La calidad del empleo también importa: en la actualidad, el 70% de los trabajadores del África subsahariana tienen un empleo vulnerable, frente a una media mundial del 46%.
Tanto en el sur de Asia como en América Latina, las fallas de la gobernanza nacional encabezaron la lista de riesgos empresariales, según los encuestados. La escala de las tensiones que se están experimentando en gran parte de América Latina se pone de manifiesto por el hecho de que el segundo riesgo en esa región es la “profunda inestabilidad social”. Esto es consecuencia de un marcado aumento de las tensiones sociales en gran parte de la región, en particular, los sucesivos escándalos de corrupción han reafirmado la desconfianza de los electores en las instituciones y han reforzado la polarización política.
La situación crítica en Venezuela se refleja en los riesgos priorizados por los encuestados: “inflación inmanejable”, “colapso o crisis del Estado”, “profunda inestabilidad social”, “crisis alimentaria” y “fracaso de la gobernanza nacional”.
Las crisis de los precios de la energía se percibieron como el mayor riesgo para hacer negocios en Eurasia y en Oriente Medio y África del Norte (MENA). Los productores de petróleo se han beneficiado del aumento de los precios del petróleo durante el último año. Sin embargo, la vulnerabilidad a las oscilaciones de los precios no ha desaparecido, especialmente en países donde el gasto público está aumentando, como Arabia Saudí, que fue uno de los cinco países de la región MENA que calificó los precios de la energía como el principal riesgo para hacer negocios.
La coordinación regional es crucial
Una consecuencia de los cambios geopolíticos que se están produciendo es la creciente probabilidad de que los acontecimientos regionales tengan un mayor impacto en el sistema internacional en general.
Los Estados nacionales, por sí solos, no pueden gestionar, y mucho menos resolver, los desafíos globales a los que se enfrenta el mundo, pero la coordinación a nivel global parece estar cada vez más cargada de tensiones geopolíticas. Algunas de estas tensiones son menos pronunciadas a nivel regional, y esperamos que las regiones desempeñen un papel cada vez más activo e importante en el mundo en los próximos años. Por esta razón, la comprensión de los riesgos a los que se enfrenta cada región es esencial si queremos comprender mejor las fuerzas que conforman el paisaje global.