La selva amazónica está ardiendo a un ritmo récord. Esto es lo que está pasando

Los incendios forestales han proliferado en la selva amazónica este año, produciendo temores sobre los impactos de las políticas ambientales del derechista presidente Jair Bolsonaro y cómo el daño podría contribuir al cambio climático.


El centro de investigación espacial de Brasil, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), publicó esta semana datos que muestran que los incendios forestales han alcanzado un nivel récord en la región. El centro, que comenzó a rastrear los incendios forestales en 2013, dijo que la Amazonia ha experimentado más de 74.000 incendios forestales en lo que va de año, un aumento de 84 por ciento en comparación con el mismo período en 2018.

El daño podría ser extremadamente perjudicial para los esfuerzos por combatir el cambio climático. Hogar de millones de especies de plantas y animales, la selva amazónica es considerada como una reserva crucial de carbono que mitiga la velocidad de los climas cálidos.

Se estima que un 20 por ciento del oxígeno de la Tierra se produce sólo en la región. Mientras que la selva amazónica abarca varias naciones sudamericanas, la mayor parte de ella ocupa Brasil.

Las imágenes de los incendios han despertado la alarma internacional, y muchos culpan a Bolsonaro, que llegó al poder este año prometiendo desarrollar la Amazonia para la agricultura y la minería a pesar de la preocupación por la creciente tasa de deforestación en la región.

Lo que sabemos sobre los incendios

Las estadísticas del INPE muestran que se han detectado un total de 74.155 incendios forestales en la selva amazónica entre enero y agosto de este año. El centro de investigación también ha dicho que ha detectado más de 9.500 nuevos incendios forestales en el país desde el pasado jueves.


Bolsonaro ha argumentado que el aumento de los incendios puede atribuirse a la época del año, diciendo que los agricultores utilizan anualmente los meses de verano para despejar la tierra.

Pero el investigador del INPE, Alberto Setzer, rechazó este argumento y dijo a Reuters que “no hay nada anormal en el clima de este año ni en las lluvias de la región amazónica, que están un poco por debajo de la media”.

Los incendios forestales pueden ocurrir con frecuencia durante la estación seca en Brasil, pero Setzer dijo que no significa automáticamente que sea la causa directa.

“La estación seca crea las condiciones favorables para el uso y la propagación del fuego, pero el inicio de un incendio es obra de los seres humanos, ya sea deliberadamente o por accidente”, dijo Setzer.

El impacto que están teniendo

Amazonas, un estado del noroeste de Brasil cubierto casi totalmente por la selva tropical, declaró el 9 de agosto el estado de emergencia en el sur de su estado y su capital, destacó Reuters. Acre, que limita con Perú, ha estado supuestamente en estado de alerta ambiental debido a los incendios.

El humo cubría cerca de la mitad de Brasil hasta el martes, según el programa satelital de la Unión Europea, Copérnico. El mapa muestra que el humo llega a la costa atlántica oriental.

Las imágenes compartidas en los medios sociales el lunes mostraron columnas gigantescas de humo que causaron un apagón diurno en Sao Paulo, una ciudad a más de 1.7000 millas de distancia de la selva amazónica. Aunque algunos meteorólogos han notado que el humo puede provenir de incendios en Paraguay, reportó la BBC.

El papel del Presidente Bolsanoro

Bolsonaro ha enfrentado un escrutinio importante por el aumento en la tasa de incendios forestales en el Amazonas. El presidente prometió limitar las multas por dañar los bosques durante la campaña presidencial de 2018, lo que suscitó la preocupación de los ambientalistas.

La tasa de deforestación en la Amazonia ha aumentado notablemente desde que asumió el cargo, alcanzando una tasa superior a tres campos de fútbol por minuto, según datos del gobierno obtenidos por The Guardian el mes pasado.

Bolsonaro despidió al director del INPE, Ricardo Galvão, a principios de este mes después de que Galvão defendiera los datos de la agencia que mostraban que la tasa de deforestación estaba aumentando en la nación. Los datos de la agencia mostraron que la deforestación fue 88 por ciento mayor en junio que el año anterior.

Bosonaro calificó de “mentiras” a las estadísticas, y agregó que la advertencia del centro sobre la deforestación perjudicó al país en las negociaciones comerciales, informó CNN.

“Estoy esperando el siguiente grupo de números, que no serán números inventados. Si son alarmantes, me fijaré en ellos delante de ustedes”, dijo a los periodistas, anotó Reuters.

La organización GreenPeace Brasil dijo que los incendios han aumentado en las zonas más afectadas por el aumento de la deforestación.

“Aquellos que destruyen la Amazonia y dejan que la deforestación continúe sin disminuir son alentados a hacerlo por las acciones y políticas del gobierno de Bolsonaro”, dijo Danicley de Aguiar, un defensor de los bosques amazónicos de Greenpeace Brasil, en una declaración a The Hill. “Desde que asumió el cargo, el gobierno actual ha desmantelado sistemáticamente la política ambiental de Brasil.”

Bolsonaro se ha ganado una reputación como el brasileño Donald Trump debido a su escéptica visión de la regulación ambiental. Dijo como candidato presidencial en 2018 que las políticas ambientales estaban “sofocando” la economía y ha amenazado con retirar a Brasil del acuerdo sobre el clima de París.

Por qué la selva tropical es importante

Un aumento de los incendios y la deforestación en la selva amazónica haría más difícil para los países firmantes del Acuerdo sobre el Clima de París limitar el calentamiento global a “muy por debajo” de los 3,6 grados, informó The Washington Post.

Los incendios también podrían afectar severamente la función del Amazonas como almacén vital de carbono. La selva tropical absorbe una cantidad sustancial de los 2.400 millones de toneladas métricas de carbono que los bosques mundiales absorben anualmente, señaló The Post.

Pero su capacidad para cumplir esa función se ha debilitado debido a la deforestación y a la alteración de los patrones climáticos. El calentamiento global podría acelerarse si la región se convirtiera en una fuente de emisiones de carbono, temen los expertos.

 

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