Los costos anuales de la corrupción internacional ascienden a la asombrosa suma de 3,6 billones de dólares en forma de sobornos y dinero robado, dijo el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en el Día Internacional contra la Corrupción, el 9 de diciembre.
La corrupción puede tomar muchas formas: soborno, malversación de fondos, lavado de dinero, evasión de impuestos y amiguismo, por nombrar algunas. Cualquiera que sea su forma, la corrupción siempre se produce a expensas de alguien, y a menudo conduce a instituciones más débiles, menos prosperidad, denegación de servicios básicos, menos empleo y más desastres ambientales.
“Combatir la corrupción es una preocupación mundial porque la corrupción se encuentra tanto en los países ricos como en los pobres, y la evidencia muestra que perjudica desproporcionadamente a la gente pobre”, escribió la ONU en su sitio web. “Contribuye a la inestabilidad, la pobreza y es un factor dominante que lleva a los países frágiles al fracaso del Estado.”
La ONU enumera la corrupción como “uno de los mayores impedimentos” para alcanzar sus Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, que incluyen la eliminación de la pobreza y el hambre, así como la mejora de la educación, el bienestar y la infraestructura. Por eso el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito han encabezado una campaña internacional para equipar a todos, desde los políticos hasta los sindicatos, con tácticas para combatir la corrupción en sus países.
1 de cada 4 personas en todo el mundo ha tenido que pagar un soborno
Una encuesta realizada por Transparency International en 2017, que incluyó respuestas de 162.136 adultos, mostró que el 25 por ciento de las personas en todo el mundo dijeron que habían tenido que pagar un soborno para acceder a los servicios públicos en los últimos 12 meses. Tal vez como era de esperar, el 57 por ciento de la gente dijo que su gobierno estaba “mal” en la lucha contra la corrupción. La encuesta también encontró que la policía y los funcionarios electos fueron clasificados como los grupos más corruptos, según el promedio mundial.
La buena noticia es que más de la mitad de las personas encuestadas dijeron que se sentían capacitadas para marcar la diferencia. Esa es una sensación que la ONU espera promover en los años venideros.
“La gente a menudo piensa que está a merced de la corrupción y que es sólo una “forma de vida”,” escribió la ONU. “Sin embargo, todas las sociedades, sectores y ciudadanos se beneficiarían de unirse contra la corrupción en su vida cotidiana.”
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