El 2 de octubre de 2017, Marianne Gómez y Rosio Girath se refugiaron de la lluvia en la cúpula de la estación Constitucional mientras fumaban. En ese momento, se besan. Pero lo que fue un momento común para la pareja se convirtió en una pesadilla. La policía les advirtió de su actitud y, de un momento a otro, fueron reducidos y terminaron con un caso de resistencia a la autoridad y lesiones graves contra un policía.
Cientos de activistas de la LBGT organizaron el viernes una multitud de besos frente a la Estación Constitución en Buenos Aires, para protestar contra la detención de Mariana Solange Gómez y su esposa Rocío Girat en la estación.
Los agentes de policía informaron de que Mariana fue detenida por fumar en una zona prohibida; sin embargo, los activistas rechazaron este relato del incidente. Una mujer, Lucia Gonas, argumentó: “Mariana fue arrestada, supuestamente por fumar un cigarrillo, cuando había mucha gente fumando. Fue claramente porque se estaban besando”.
En TN Central dijeron que vivieron hace un año y medio. “Nos refugiamos de la lluvia y fumamos, y me redujeron por falta de respeto a la autoridad y por lesiones graves. Mi esposa también fumaba, como otras personas. La policía me agarró conmigo porque nos besamos. Cuando cruzaron, me trataron como a un “amigo” de mi esposa, recuerda Marianne, añadiendo que “Jonathan Rhoho” le pidió un “certificado de matrimonio” para confirmar lo que estaba diciendo. “No pensé que estuviéramos casados. “Dijo sobre esa tarde.
“Siempre llevamos el cuaderno en la cartera”, continuó Rocío. Y Rono en el informe escribió que estoy solo. Dije que estaba casado con Marianne, pero ella no me prestó atención”.
Rosio Girath y Marianne Gómez, en el “beso” que se hizo ante los tribunales en protesta por el caso.
“No es la primera vez que se arresta a una persona que besa o que es lesbiana”, dijo. “Deberían habernos multado con 50 pesos. No entendía cómo me iba si no estaba en la Constitución con mi esposa desnuda en una estación de policía, preguntó.
Uno de los testigos clave en el juicio, José María Pérez-Metrovías, ha negado que sea homofóbica y ha dicho que tiene “una hermana que es como ellos”. El empleado testificó ante la jueza Martha Jungano, del Tribunal Administrativo Federal y Correccional 26 en el primer juicio que siguió a Marianne Gómez.
Pérez dijo que después de hablar con la policía con la policía en la “cúpula” de la Estación Constitucional, se dirigió a Gómez y le pidió que soltara el cigarrillo que fumaba. El funcionario, por su parte, negó que estuviera observando a la pareja cuando se besaba y tratando de “criar” a Marianne, y simplemente dijo que la situación había cambiado cuando el acusado reaccionó violentamente a la petición de dejar de fumar.
De acuerdo con la decisión de la TOCC 26, la segunda audiencia del juicio tendrá lugar el próximo martes 11, cuando se tomen las pruebas en el proceso y se visualicen los videos proporcionados por los testigos. Si, en la tercera audiencia, prosperará con las acusaciones y el veredicto.
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